lunes, 5 de mayo de 2008

Ideología barata y zapatos de taco

-¡Vení, hijita!- Ordenó desde su escritorio en su estricto imperativo.

Cuando me dice “hijita” se apodera de mí una furia semiótica implacable. Con qué derecho me dice “hijita” ese híbrido extraño, mezcla de Lilita Carrió y perrito pekinés de solterona resentida. Nadie tiene derecho a llamarme “hijita”, nadie. Sólo mi padre…y, como no tengo padre, nadie en el mundo. Porque las madres no suelen decir hijita, por lo menos no las madres del oeste del conurbano bonaerense. Bueno, volvamos al incipiente diálogo.

-¡Vení, hijita!- dijo. Y yo (su falsa hijita border) fui.

Simplemente traspasé la puerta y me paré en la entrada de su oficina a esperar la chorrera de incoherencias que le siguen al “hijita” (porque si me llama por algún asunto de trabajo siempre se refiere a mí por mi nombre completo) y no me defraudó…

-¿Vos cuántos zapatos tenés?- preguntó esbozando esa mueca extraña que procura ser su sonrisa socarrona, pero que nunca superó la jerarquía de mueca extraña.

Sinceramente me sorprendió. De todos los sinsentidos a los que me tiene acostumbrada esta pregunta me desencajó por completo.

-¿Cómo?- Retruqué, tratando de ganar unos segundos para poder adaptarme a la extraña sensación de que me estuviera haciendo una pregunta personal y no me estuviera contando algo personal, que es lo que más suele hacer.

-¿Tenés muchos zapatos?

-No, algunos. No sé cuántos.- La verdad que existen miles de respuestas mejores que podría haberle dicho, pero me agarró desprevenida, sin tener idea hacia dónde me llevaba ese camino amarillo.

-¿Sabés cuántos zapatos tiene nuestra presidenta? Tiene más de 250 pares de zapatos. ¿Vo (sin la “ese”, porque debe pensar que lo hace más Cardón hablar así de vez en cuando) cuánto tené? Seguro que tené meno de 250. ¡Já, ja, ja!-

Mientras, por aquí, cara de nada. Estoy acostumbrada a que me llame para decirme todo tipo de idioteces, pero eso no quiere decir que dejen de irritarme o que con el tiempo me haya acostumbrado. Y siguió…

-De verdad.- Dijo, tratando de robarme algún gesto que, para un lado o para el otro (aunque él bien sabe para qué lado), pudiera traslucir mi opinión al respecto. Y como para legitimizar su afirmación añadió: - Lo dice La Nación de hoy.-

¡Ah, listo! Así es otra cosa. Hubiéramos empezado por ahí, hombre. Si lo dice La Nación de hoy entonces me quedo mucho más tranquila. Claro, no se discute más, como descreer de un diario que es más largo que yo en puntas de pie. No, no, no, si cuando digo que no le da, es porque no le da…

Así que le contesté: - Mire, si La Nación no tiene nada más interesante para decir, no es mi problema.- Me di media vuelta y salí de su oficina zarandeando mi abundante cabellera cristinesca al ritmo del vaivén de mi orgulloso pandeiro.

Pensar que tengo que subordinarme diariamente a un facho ignorante que, además, no es capaz de generar opiniones propias, un reaccionario colgado del cable que tiene el control remoto tildado en C5N, que no puede hilvanar por sí mismo un par de conceptos para sostener su discurso (sucias hilachas desprendidas de los calzones de los politólogos más baratos de la televisión). A veces se ríe interminablemente en su escritorio como una hiena epiléptica, leyendo algún chiste de esos que le mandan sus amigotes (que por andar con él puedo imaginar cómo son) y me da lástima. Pobre rata retrasada que pellizca el queso de los que piensan por él, que se revuelca en la basura de los que se abusan de esa triste cabecita hueca y pelada y encima le hacen creer que es un animal importante. Y él se lo cree…mete la mano en el bolsillo interior del traje, saca una tarjeta y la muestra.

3 comentarios:

rivito dijo...

“Mire, si La Nación no tiene nada más interesante para decir, no es mi problema” pero sí es tu problema aumentar tu stock de zapatos!!! Porqué no un aumento, un vale, un adelanto… así el andar de tus tacones acompaña ideológicamente tu maravillosa peluca peronista!

Anónimo dijo...

odio C5N odio canal9 y todo periosimos derechista y vendido, odio el periodismo amarillista de america2 andino, los informes de chichce y cronica ya no me da gracia. No entiendo como algunas personas pueden dejar estos canales... "Para que lo dejas!!" me dice un amigo cuando paso por C5N y puteo, le digo "no lo dejo cambio y escucho un pedazo de teoria de las tasas de interes que favorece a los ricos y me ofusco"

Dago dC... dijo...

JA!!!!! fantastico el ataque de ira catartico del final!!! jajajaaj.... muy muy bueno! podemos decir que el blog le salvo la vida a ese señor, porque sino hubieras sido protagonista de otro capitulo de mujeres asesinas.